martes, 26 de enero de 2010






















































































el lunes a primera hora de la mañana llovió. - Espera, que me pongo en el papel del jiji-jaja y ya verás que bien que te voy a caer. - Vigila, no te caigas! que el barro es muy resbaladizo. (res bala erizo - escala la bala hizo - y deshizo y deslizó - ...) y entre juegos de palabras dejo el paraguas al lado del txectxectxec del billete del autobús. Me giro para cogerlo y plum! ese azul saturado se lo habían engullido. ¿Alguien ha visto un paraguas? ¡Lo acabo de dejar aquí! miradas hacia los lados (a los dos la-dos) y nada. Un hombre mascando chicle con un bombín en la cabeza y poca credibilidad con un paraguas negro al estilo pez espada me sonrió y bajó en la parada siguiente.

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